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Cultivo de Carinata en Argentina

Cultivo de Carinata.

La Carinata es un cultivo invernal y oleaginoso que se emplea en la generación de biocombustibles de segunda generación en forma sustentable, y representa una alternativa para diversificar la rotación en los sistemas productivos. 

La Argentina es el primer país del mundo en cultivar carinata a escala, y esta práctica viene ganando cada vez más terreno: en la última campaña se cultivaron unas 32 mil hectáreas y los productores que promueven el cultivo desean llegar a las 73 mil hectáreas en 2023. Sebastián Bravo, ingeniero agrónomo y gerente de negocio de carinata para Nuseed, destacó en diálogo con InfoCampo: “La incorporación de una crucífera de cobertura permite diversificar y mejorar el control de malezas por efecto de sombreado, también ayuda a reducir las aplicaciones de agroquímicos, añade materia seca y mejora la permeabilidad del suelo por efecto de la exploración radicular pivotante”. 

Bravo reconoce que uno de los motivos por los cuales el cultivo viene ganando cada vez más terreno, se debe a que es uno de los pocos cultivares de servicio que ofrece al productor una renta asegurada, sintetizando: “No sólo brinda excelentes servicios al sistema productivo, también es rentable, debido a que mediante un contrato, el productor puede vender la producción en un mercado basado en oferta y demanda”. 

El aceite de carinata se emplea a nivel global para la fabricación de un combustible sustentable, que a su vez se utiliza para el funcionamiento de aviones. El uso de este aceite desplaza al diésel a base de petróleo por biodiesel de segunda generación, innovación que reduce las emisiones de efecto invernadero (recordemos que la industria aeronáutica es responsable del 3% de las emisiones a nivel mundial). Con respecto a esto, Bravo manifestó: “La industria aeronáutica tiene un compromiso asumido. Ellos tienen como objetivo reducir el 50% de las emisiones de efecto invernadero para 2030. Además, dicen que para el 2050 desean llegar a la neutralidad. Eso nos genera un compromiso productivo importante ya que debemos trabajar para cumplir ese desafío con producción”. 

La carinata tiene muchos beneficios: no afecta el área de siembra de cultivos trdicionales destinados a la alimentación humana, dicho en otras palabras, no representa una alternativa de siembra sino un complemento como cultivo de servicio. A su vez consume bastante menos agua que otros cultivos como el trigo y su rentabilidad es alta, por lo que a futuro se espera un aumento considerable de la producción certificada.

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