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Ganadería norteamericana: la sequía afectó duramente la producción

Debido al fenómeno climático y a sus consecuencias en toda la cadena, la ganadería norteamericana afronta grandes problemas económicos.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos calificó a la sequía como la peor en muchos siglos.

Al igual que le sucedió a Argentina durante los primeros meses del año, la ganadería norteamericana está sufriendo las graves consecuencias de una incesante sequía. Los productores están enfrentándose a pérdidas económicas en un fenómeno que afecta a toda la cadena agroalimentaria y que termina derivando en un aumento de los precios.

De hecho, de acuerdo a datos de la Asociación Nacional de Productores de Ganado (National Cattlemen’s Beef Association), el problema climático provocó que la carne de res generada por la ganadería norteamericana se redujera en un 10% durante los últimos dos años. 

En este sentido, los precios de la carne vacuna lograron sus marcas históricas más altas desde 1993, hace más de 30 años. El valor promedio por cada libra, lo que equivale a 0,453 kilogramos, es de 8 dólares. Durante la pandemia, en la que también hubo varios contratiempos para los trabajadores del sector, se estimaba en USD 7,48, más de medio centavo dólar menos.

Cómo continuará la ganadería norteamericana

Ante las pérdidas que están sufriendo los campos, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) tomó algunas medidas para ayudar al sector. Principalmente, se encargaron de brindar un apoyo financiero y de crear un programa de asistencia para ayudar a encontrar pastos alternativos para que los animales se alimenten. De todas formas, esto no alcanzó para evitar el impacto. 

Sobre lo ocurrido, USDA consideró que se trata de la peor sequía en su territorio de los últimos 1200 años. Las consecuencias más perjudiciales fueron los aumentos de temperatura, la reducción de las precipitaciones y la menor humedad en los suelos. 

El problema en el subcontinente podría tener gran resonancia en la ganadería internacional.

Incluso, la entidad calificó de extremo al fenómeno climático en la mayoría de los estados del oeste, de los cuales la mayoría de ellos son fundamentales para la ganadería norteamericana. Se trata de partes de California, Oregon, Arizona, Utah, Nevada, Washington e Idaho. Aunque también hay zonas del sur que se vieron afectadas. 

A estos problemas se le añade que aumentaron los precios de los principales productos que utilizan los animales para alimentarse, lo que inevitablemente genera que incremente el valor de toda la cadena. Esto incluye a la alfalfa y, especialmente, el maíz, que sufrió varias modificaciones en el Mercado de Chicago. 

Qué sucederá en el futuro

Una de las medidas más importantes que están impulsando algunos representantes de la ganadería norteamericana consiste en vender anticipadamente su ganado. Para algunos esto es conveniente, aunque se traduce a recibir menos plata de lo que se haría en una situación normal. 

El problema más grande es que el stock ganadero ya descendió un 5,2% anual durante el 2023 y las estimaciones calculan que este número aumentará a un 7% para el 2024. Su stock fue de 28,9 millones de cabezas, el más bajo en más de medio siglo. Por el momento, se espera que la crisis sea inclusive peor en la temporada 2024/2025. 

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