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Sorgo: por qué el cultivo tiene un gran futuro en Argentina

El sorgo es un cereal histórico del campo nacional y hoy es el tercer máximo productor internacional.

En un contexto mundial en el que se registraron un aumento de la demanda de China, en el que el cambio climático está teniendo influencia en los campos y en el que las nuevas tecnologías están ganando poder en las prácticas de los productores, el sorgo podría convertirse en uno de los cultivos más importantes del país. 

Pese a que en la actualidad está posición es liderada por la soja, y a la oleaginosa le siguen el maíz y el trigo, el sorgo puede aprovechar para volver a convertirse en un cultivo importante en los campos de Argentina, algo que ocurría con normalidad hace varias décadas y que hoy no sucede con frecuencia. Aunque para esto se deberán tomar en cuenta varios factores.

Por qué el sorgo tiene un gran potencial en Argentina

Esta campaña agrícola, si bien fue considerablemente mejor a la anterior, se vio afectada, especialmente la del maíz, por las enfermedades que transmitió la chicharrita. Además, es posible que vuelvan a repetirse fenómenos climáticos como La Niña, lo que ayudaría a que varios productores vean con buenos ojos implementar este cultivo en sus terrenos.

De hecho, hay una estadística que permite ilusionar a los trabajadores del sector que están considerando esta alternativa y es que en la última temporada agrícola el rendimiento del sorgo fue de 3 mil kilos por hectárea, una cifra que aumentó un 60% con respecto a los otros ciclos.

La situación del campo nacional con el sorgo

En la actualidad hay dos grandes representantes de este cultivo a nivel internacional: Estados Unidos y Australia. Ellos son los principales abastecedores del sorgo a los países que así lo requieren, siendo China el que más demanda. De todas maneras, el tercero en aparecer entre los máximos productores es Argentina, aunque en la actualidad se encuentra bastante lejos de los líderes.

El sorgo fue uno de los productos más importantes en la agricultura del país durante el Siglo XX.

Nicolás Udaquiola, analista de mercados y consultor agropecuario, se refirió a la situación del cultivo en una conversación con otros especialistas del sector, y explicó que en la actualidad la producción del sorgo a nivel mundial es de 60 millones de toneladas, mientras que el maíz alcanza los 1200 millones de toneladas. 

El panorama internacional del cultivo

En base a la situación de liderazgos, el experto entrevió que, como resultado de la disputa existente entre China y Estados Unidos por los aranceles, puede originarse una situación que impactará en “el mercado, ya que los chinos podrían comenzar a buscar orígenes alternativos”. Cabe destacar que esto ya sucedió con otros cultivos, como es el caso del maíz.

Es en este contexto en el que Argentina como tercer productor mundial podría encontrar un nuevo mercado para exportar un producto que es requerido por varias potencias. Según su perspectiva, en Argentina el cultivo es “competitivo desde el punto de vista de los costos”, aunque no lo es en cuanto a los precios, sino “por su estabilidad de rendimientos”.

Cómo es el panorama del sorgo en Argentina

Más allá de las oportunidades internacionales que presenta el producto, el especialista repasó cómo es la situación en el campo argentino. En la actualidad este cultivo logró estabilizarse con una superficie que está próxima al millón de hectáreas, aunque esto podría incrementar y alcanzar 1,35 millones de hectáreas, un número que sería bastante positivo.

Acerca de si se podría mejorar esta cifra, explicó que “la meta de los 2 millones de hectáreas no es alcanzable para el año que viene, pero sí es muy probable en el mediano plazo”. De todas formas, deberían suceder varias cosas que permitan cumplir con este objetivo. Entre ellas se destaca la capacitación de los productores y la exportación de un sorgo de calidad.

Una serie de analistas consideran que el sorgo podrá ser más cultivado en las próximas campañas.

Sobre esta cifra, Julio Calzada, director de los Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, manifestó que es cercana, más allá de que hoy en día se vea lejana. En este sentido, también consideró que Argentina exporte el 85% de su producción “es un indicador de su potencial en los mercados externos”.

A su vez, también expresó que se trata de un “desafío puertas adentro” ya que esto será importante “para seguir sumando valor agregado en origen, la nueva meta para los próximos años”.

La historia del sorgo en Argentina

Por otra parte, más allá de que hoy en día la producción sea menor, se registraron campañas en las que este fue uno de los principales cultivos. Por ejemplo, en la temporada 1970/1071, se llegaron a cubrir 3,12 millones de hectáreas, alcanzó una producción de 8,1 millones de toneladas, lo que consolidaba a Argentina como uno de los actores más relevantes del mercado.

Si bien hoy se están lejos de estas cifras, el sorgo es un cultivo histórico en el país. Incluso no hay que ir mucho atrás en el tiempo para encontrar buenos ciclos. En 2010/2011 se obtuvieron 4,5 millones de toneladas, mientras que en la 2015/2016 se finalizó con uno de los rendimientos más altos. Cabe destacar que hubo temporadas en las que Argentina alternó la segunda posición mundial con Australia.

Argentina tiene varios mercados en los que vender el producto.

La importancia de China en el campo del sorgo

Omar Odarda, quien supo ser consejero agrícola de la Embajada Argentina en el gigante asiático, también habló sobre la relevancia que tiene el sorgo en el mercado de este país, ya que en campañas recientes importaron más de dos millones de toneladas. También destacó que Estados Unidos y Australia son los países que más le exportan. Luego viene el campo nacional.

En este sentido, reveló que la sequía en el territorio del país oceánico y los conflictos comerciales entre las dos principales economías de la actualidad establecieron el panorama actual. Sobre lo que considera que habría que realizar, explicó: “Tenemos que mentalizarnos que hay que cumplir los protocolos sanitarios con China, y allí toda la cadena es responsable”.

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