InicioAgriculturaSoja: la cosecha tiene el mayor atraso de los últimos 8 años

Soja: la cosecha tiene el mayor atraso de los últimos 8 años

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario detalló el panorama de la soja y de otros granos que sufren las consecuencias de las precipitaciones.

La sucesión de las lluvias registradas durante los últimos días, sumados a otros problemas que afectaron al campo en los meses anteriores, como otras precipitaciones o las temperaturas extremas, produjeron que la cosecha de soja alcance el mayor retraso en mucho tiempo. Como consecuencia, también se demoró el transporte de los granos a los puertos para su exportación. 

Las amenazas de más lluvias y las dificultades que producen los terrenos inundados llevaron a que solo se haya recolectado el 60% del área sembrada en la zona núcleo. Además de la situación de la soja, el panorama del maíz tampoco es positivo porque los fenómenos climáticos impiden realizar esta actividad de la manera deseada. 

Qué ocurrió con la cosecha de soja

De acuerdo a lo explicado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la cosecha de soja de primera, es decir la que fue sembrada en octubre, en la zona núcleo, registró el mayor atraso de los últimos ocho años. Esta estadística es esencial para explicar las razones por la que la temporada 2023/2024, que proyectaba ser histórica a nivel producción, no logrará estar a la altura de las expectativas. 

Incluso, la cosecha de maíz también sufre de problemas bastante parecidos. Durante toda una semana, apenas se logró recolectar el 2% del total, logrando avanzar hasta el 70% de la superficie sembrada, lo que equivale a unas 610 mil hectáreas. Esta cifra es baja en comparación con los últimos cinco años ya que se encuentra 13 puntos por detrás del promedio. 

La explicación de los especialistas sobre la situación de la soja

En primer lugar, acerca de lo ocurrido con la oleaginosa, desde la entidad santafesina explicaron que la “cosecha avanzó con severas dificultades y a contrarreloj por las constantes amenazas de lluvias. Se recolectó el 60% del área de soja de primera y el escenario de cosecha es el más difícil de los últimos ocho años”. 

Existe un temor generalizado por lo que puede ocurrir con el clima y lo que resta de la cosecha de soja.

Además, explicaron que existen “temores de nuevas lluvias” y como consecuencia de esto, muchos productores se ven obligados a “entrar a los lotes pese a todo y la humedad del grano está lejos del óptimo”. Sumado a esto, agregaron que las “plantas están en condiciones muy vulnerables y las pérdidas por desgrane van en aumento”. 

Tan solo una semana atrás, el rinde promedio de la soja de la zona núcleo era dos quintales mayor. Ahora, tras el descenso que provocaron las lluvias, se ubica a 42 qq por hectárea. Una de las áreas más perjudicadas por esto es Rosario, en donde aumentaron notablemente los casos de hongos y dehiscencia. “Cada vez se observa más daño en granos y más cuesta así que se oree”, detalló la BCR.

Qué sucederá con la cosecha

Una de las cuestiones que se abarcaron en el informe de la institución rosarina es si finalmente se podrá realizar la cosecha o habrá que cancelarla. “La pregunta angustia porque todo se atrasó demasiado y no hay mucho tiempo más para las sojas de primera. Hasta ahora, la cosecha avanzó con severas dificultades y a contrarreloj por las constantes amenazas de lluvias”, indicaron desde la entidad”, sostuvieron sobre esta cuestión.

El caso del trigo

Por otra parte, con respecto a la situación de otro de los principales granos del campo argentino y de la zona núcleo, explicaron que la actividad “en principio se va a hacer, pero ahora no es el tema del productor, el tema es cosechar lo antes posible. Hay muchos problemas de caminos, hay lotes que no se sabe si podrán ser levantados”. 

Las inundaciones son el principal causante de este retraso.

Sobre esta última cuestión, que perjudica los traslados, detallaron que “sin caminos no se puede ni sacar la mercadería ni entrar fertilizantes”. El primer estudio arrojó que la producción de trigo podría descender hasta un 5% en promedio con lo realizado durante la campaña agrícola anterior, una temporada que tampoco fue positiva. Sin embargo, hay expectativas en algunas zonas de interior. 

La situación en algunas localidades

Una de las regiones más afectadas por las lluvias es Marcos Juárez. Allí se reportan pérdidas de rinde en soja que ya se hallaban listas para cosechar y que sufrieron las consecuencias de que las cosechadoras no pudieran ingresar al lugar. También se proyectan descensos en la superficie del trigo. 

“Estimamos que la caída puede ser del 10 al 15% respecto a la campaña pasada que ya había sido regular. Si bien desde el punto de vista agronómico tenemos el perfil prácticamente cargado de humedad ,casi a capacidad de campo, los márgenes del cultivo son muy ajustados”, sostuvieron en el informe sobre lo ocurrido en esta región. 

Las inundaciones en los caminos rurales impiden el traslado de los cultivos cosechados.

Cabe destacar que los asesores de la entidad también marcaron que casi “la mitad de la superficie se hace bajo alquiler”, por lo que se espera que “el cultivo se mantenga en aquellos casos donde está instalada la rotación y en campos propios”. 

Baradero y San Pedro

En estas dos localidades, apenas se cosechó el 5% de la soja, además de que hay una preocupación creciente de que haya pérdido su calidad por los problemas que generaron las precipitaciones. “No se levantó casi nada. Hay mucha retención de hojas, tallo verde y en los lotes sembrados más tempranos no se espera una buena calidad de grano”, mencionaron sobre esta localidad. 

Bigand y María Susana

Finalmente, en otros lugares de la zona núcleo agrícola, el principal problema para los productos se halla en los estados de los suelos y de los caminos rurales que imposibilitan el traslado de los granos ya recogidos y la entrada de fertilizantes. En oportunidades, la soja, el trigo o el maíz salen con altos grados de humedad. 

Como consecuencia de esto, ya se registraron pérdidas en su rendimiento y en la calidad de los lotes que no fueron cosechados. Hay temor sobre si se podrá finalizar las actividades con la soja y el maíz, mientras que con el trigo se desconoce lo que ocurrirá. 

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