InicioAgriculturaEnriquecimiento del suelo: por qué es vital para la agricultura

Enriquecimiento del suelo: por qué es vital para la agricultura

Una serie de especialistas mencionaron la importancia del enriquecimiento del suelo para las labores con los cultivos o incluso con la ganadería.

A la hora de realizar las prácticas agrícolas, el enriquecimiento del suelo tiende a ser uno de los factores que garantizan una campaña positiva para los productores. Trabajar con el terreno es vital para que los cultivos después tengan más posibilidades de un crecimiento saludable, finalizando la posterior cosecha con buenos rendimientos. 

El enriquecimiento de los suelos es un trabajo que requiere tiempo pero que se puede realizar siguiendo distintas técnicas sobre la tierra. El objetivo máximo es que sea un terreno fértil para facilitar la siembra. De hecho, muchos productores sufren de su deterioro, algo que perjudica su empleo durante toda una campaña. 

Por qué el enriquecimiento del suelo es esencial para el sector agrícola

En base a la importancia que tiene realizar esta actividad antes del inicio de una campaña, la agencia de noticias EFE se comunicó con una serie de especialistas para detallar cómo se debe trabajar este apartado. Este es el caso de María José Marques Pérez, profesora de Edafología y Química Agrícola de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid

La especialista remarcó que para realizar el enriquecimiento del suelo “la planificación es fundamental”. Esto se debe a que, en las labores agrícolas, hay terrenos que tienen la capacidad de transformarse en cultivos, mientras que hay otros que pueden convertirse en superficies delicadas, como es el caso de los matas.

El enriquecimiento del suelo es de suma importancia para la fertilidad de la tierra.

Además, mencionó que existen varias clasificaciones de los suelos que sirven para conocer si los terrenos son aptos para ser utilizados en la agricultura. Sobre este apartado consideró una situación global que afecta a los productores: “El modelo económico del consumo y del desarrollismo actual para producir mucho en muy poco tiempo es destructivo“.

En base a este panorama, también se refirió a la importancia que tiene la agricultura a nivel mundial, considerando que la mayor parte de los alimentos que se consumen a nivel global provienen de la tierra (algunas organizaciones, como la ONU, hablan de un 95%): “Un suelo sano, enriquecido con materia orgánica, desempeña una función crucial en la regulación de la retención y disponibilidad de agua“.

Los problemas que sufren los productores para el enriquecimiento del suelo

Además de Marques Pérez, EFE también se contactó con Marián Lorenzo, que es especialista en residuos, medioambiente y ordenación del territorio, además de integrar la Plataforma Aire Limpio Norte de la Comunidad de Madrid. Ella se dedicó a explicar los problemas que existen en la baja cantidad de materia orgánica presente en los suelos.

De hecho, consideró que los datos que reflejan estas cifras “son preocupantes”. Aquí citó el ejemplo de lo que ocurre en España, ya que ahí se “dispone de menos del 2 %, estando muchos territorios en torno al 1 %, cuando un suelo agrícola debe contar con un 5 %”. Y esta situación puede extenderse a varios lugares de América Latina.

En algunas regiones esta situación es problemática.

El problema de esta situación para el enriquecimiento del suelo es que la necesidad de materia orgánica es “incontestable y fundamental para mejorar su estructura y biodiversidad, retener humedad y mejorar sus funciones biológicas“. Al igual que la especialista anterior, remarcó que los alimentos provienen de la tierra.

Cabe destacar que también reflexionó que “es un suelo sano el que proporciona cultivos resistentes frente a enfermedades y con los nutrientes necesarios para aportar a nuestro cuerpo lo que precisa“.

La importancia de prácticas que realicen un enriquecimiento del suelo

Ligado a su campo de trabajo, también se refirió a algunos métodos que se realizan para devolver a la tierra la materia orgánica que anteriormente se utilizó para producir alimentos. Este es el caso de los procesos de compostaje aerobio, en el que se separan en compost los biorresiduos. Esto luego se retorna a los terrenos. 

Además de favorecer las prácticas agrícolas, que cuentan con un enriquecimiento del suelo para sus labores con los cultivos, esto también es beneficioso para combatir los efectos del cambio climático. 

Sobre este apartado específico ligado a la lucha contra el calentamiento global, Lorenzo mencionó las ventajas que genera esta práctica: “Durante el proceso de compostaje se produce una captura de carbono evitando su emisión a la atmósfera, y se mejora la capacidad de retención de humedad de los suelos frente al avance de la desertización“.

Algunos métodos para el enriquecimiento del suelo

Además de las dos especialistas mencionadas, Elena Alter, coordinadora del área de agroecología de Ecologistas en Acción, una organización que también combate el cambio climático, se refirió a algunos métodos que son de vital importancia para seguir contribuyendo a esta práctica.

En base a esto, se refirió a que la agroecología es vital para mejorar la calidad del suelo, ya que colabora en su recuperación una vez que se realizan las prácticas. Y, luego de que esto ocurra, mencionó que “vuelven las sinergias naturales”. Para ella esto deriva en aumentos en la productividad del campo en el que se llevó a cabo esta técnica.

El enriquecimiento del suelo sirve para combatir los problemas de pérdidas de fertilidad.

En base a los métodos que se pueden realizar, Alter reveló que existen “varias técnicas”, aunque una serie de prácticas simples, como puede ser la rotación de los cultivos, puede ser más que relevante. Hay muchas formas de realizar esto, aunque se refirió a una específica.

Aquí mencionó el caso de las leguminosas entre cultivo y cultivo, ya que esta inclusión posibilita la fertilización con nitrógeno, algo que es vital para que se llene de minerales la tierra en el suelo. Esto después tiene efectos positivos que generan que los cultivos crezcan con mayor facilidad.

Por otra parte, también destacó dos prácticas más. Por un lado la agroganadería, que es una práctica de ganadería extensiva que consiste en fertilizar el suelo aplicando dosis de estiércol. Por el otro, la agroforestería, que consiste en la mezcla de árboles y arbustos entre los cultivos. “La idea es cerrar círculos de nutrientes a nivel de granja y territorio”, concluyó.

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