La Secretaría de Agricultura, el Senasa y el INASE participaron de las primeras cosechas experimentales del cultivo en la Argentina, realizadas por la empresa nacional Industrial Hemp Solutions (IHS). Después de 50 años, el nuevo marco regulatorio en materia de Cannabis medicinal y Cáñamo Industrial reaviva la sed de innovación del sector.
IHS es una empresa que se dedica a desarrollar soluciones industriales de alto valor agregado a base de cánamo y es pionera en ingresar al país las variaciones genéticas del cáñamo más innovadoras del mundo, para acelerar el desarrollo de esta industria en el país. Maximiliano Baranoff, director de innovación de la empresa declaró: “Nuestro propósito es cañamizar las industrias para facilitar la transición hacia las nuevas economías. La empresa promueve el desarrollo de economías regionales, potencia el secuestro de carbono y contribuye a la regeneración de los suelos, además de generar divisas para el país”.
El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo destacó que “tenemos el objetivo de lograr el crecimiento de los cultivos de cáñamo para todos sus usos legales con el aporte e innovación de nuestros organismos descentralizados y de las universidades nacionales”. En ese mismo sentido, la presidenta del Senasa, Diana Guillén expresó que están acompañando y viendo las experiencias de cosecha con el objetivo de determinar qué cepas son las más adecuadas para cada zona o región, según el clima.
Los posibles usos del cáñamo a nivel industrial son muchos: fibra para la industria textil, materiales para la construcción, sustitución de polímeros plásticos por polímeros naturales y más. Pero es indudable y muy rescatable lo bueno que este tipo de cultivo es para el ambiente, ya que puede fijar altos valores de dióxido de carbono (recordemos que el CO2 es el principal causante del efecto invernadero y por ende del cambio climático) y captura hasta 4 veces más que un bosque. Aparte de esto, tiene un gran carácter remediador del suelo: ha demostrado que puede ayudar a recuperar ambientes destruídos por la actividad minera, la explotación petrolera y más. Por ende es un tipo de cultivo que no solo presentaría beneficios para las industrias o para la salud de las personas, sino también para la salud de la tierra y el medio ambiente.