InicioAgriculturaLos bioestimulantes ganan cada vez más terreno en la agricultura

Los bioestimulantes ganan cada vez más terreno en la agricultura

Argentina y Estados Unidos son algunos de los países en los que los productores están empezando a utilizar bioestimulantes.

Como una alternativa eficiente para estimular la producción en los campos, muchos trabajadores del sector están empezando a aplicar bioestimulantes en sus cultivos. Esto puede ser un nuevo camino para potenciar la actividad agropecuaria. En algunos casos, ya están ofreciendo resultados superiores a otras campañas realizadas anteriormente. 

A su vez, los bioestimulantes pueden terminar provocando una optimización de los recursos por parte de los productores, por lo que su implementación está ganando cada vez más adeptos. La aplicación de estos químicos que logren combatir condiciones climáticas adversas (como puede ser una sequía o falta de humedad) se volvió una necesidad en algunas regiones.

Cuáles son los beneficios de los bioestimulantes

Cabe mencionar que no son lo mismo que los fertilizantes ni que los pesticidas. Son distintos y ocupan un sector en el campo de los fitosanitarios. Los trabajos que realizan son dentro de la propia planta, mejorando la relación que tiene con su entorno. Las más destacadas logran reducir el estrés de los cultivos. 

Hay varios casos de productores que comenzaron a aplicar bioestimulantes. Aron Carlson, que trabaja el maíz y la soja en el norte de Illinois es uno de ellos. Sobre lo que realiza (especialmente sobre el primero de los dos granos), explicó: “Siento que este es el siguiente nivel”. “No podemos simplemente seguir añadiendo más fertilizante. Tenemos que mirar la estructura del suelo”, añadió.

Los bioestimulantes se pueden aplicar a una amplia serie de cultivos.

Todos los procesos que tienen que ver con la labranza intensiva y las rotaciones de cultivos terminan afectando a los hongos y bacterias que suelen ser beneficiosos para los cultivos. Los bioestimulantes son perfectos para compensar ese daño generado por una actividad sin cese. Sin embargo, remarcó que sufrió un problema. 

Carlson detalló que este año no pudo aplicar bioestimulantes en su campo porque no tenía el dinero necesario para llevarlo a cabo. Esa es una de las razones por la que la industria que los produce no logre dar el salto necesario en Estados Unidos (se espere que alcance los 2 mil millones de dólares en USA). 

La experiencia nacional

Por otro lado, Ingeniería en Fertilizantes (IF) es una de las empresas que trabaja localmente para buscar alternativas en Argentina. Uno de sus trabajadores, Andrés Bertotto, asegura que están dirigiéndose a un nicho que no es apuntado por las multinacionales. Esta es una tarea que realizan en conjunto con el INTA y otras universidades.

Sobre los bioestimulantes, cabe remarcar que ellos utilizan un consorcio microbiano autóctono, aminoácidos, metabolitos, ácidos húmicos y fúlvicos para minimizar la pérdida de nutrientes. Esto termina contribuyendo en fortalecer la defensa de los cultivos, brindándoles nuevas herramientas para defenderse de condiciones climáticas adversas. IF posee, a su vez, una serie de fertilizantes y pesticidas.

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