Novak, una empresa con base en Plaza Huincul, en la provincia de Neuquén, recibirá la asistencia del Grupo de Ecología Forestal del INTA Bariloche, en colaboración con el laboratorio de Ecología, Ecofisiología y Madera para producir y desarrollar paneles contralaminados a escala nacional por primera vez en la historia de Argentina.
La madera contralaminada, también conocida como CLT (Cross-laminated Timber) tiene muchas ventajas, entre las que se destacan su resistencia, su sostenibilidad, su apariencia y su versatilidad. Por este motivo, el INTA y NOVAK se unieron para hacer posible este proyecto a gran escala.
Esta madera tiene la capacidad de reemplazar al hormigón o al acero en la construcción de edificios y otros tipos de estructuras complejas gracias a su mecánica. El material se conforma a través de capas de largas tablas de madera aserrada y encolada. Cada una de estas, se enlaza de forma perpendicular sobre la otra, generando un panel sólido que se vuelve resistente a cualquier tipo de tracción y compresión. De esta manera, se logra un mayor nivel de estabilidad y se reducen las contracciones.
Para fabricarla, el principal material que se utiliza es el abeto, aunque se puede alternar con pino y alerce, sumado a la madera dura. Esto se alisa, se seca para reducir la humedad y se recorta. El siguiente paso es apilarla en capas para formar los paneles y pegarlas para que se vuelvan resistentes. Como ventaja, se destaca que tienen un alto grado de prefabricación y que son fáciles de realizar.
La madera contralaminada en el mundo: por qué se utiliza
En el último tiempo, la madera contralaminada se consolidó como una alternativa sustentable al hormigón y su utilización se popularizó en todo el mundo. En Chile se está construyendo el edificio más alto elaborado de este material en todo Latinoamérica, como propuesta de un desarrollo sostenible. El proyecto Tamango tendrá 12 pisos y superará los 40 metros de altura. Se estima que su construcción tardará tan solo 45 días.
Uno de los motivos de la difusión de esta alternativa sustentable es la velocidad de construcción. Se ha demostrado que se pueden construir edificios de cinco plantas en diez días, acortando el proceso en hasta un 60% y utilizando un material renovable, que no puede agotarse y reduce la contaminación.
En Ucrania, se está utilizando para construir hospitales. En Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y otras potencias mundiales el proceso avanzó hasta pensar en edificios creados casi en su totalidad por esta madera. En estos países ya se inauguraron pabellones dentro de las universidades, cabañas y hasta centrales de compañías eléctricas.